India.- Al menos cien personas han muerto y más de 140 resultaron heridas durante las últimas 24 horas a causa de tormentas de arena en el norte de la India, según anunciaron este jueves las autoridades.
Los estados de Uttar Pradesh y Rajastán son los más afectados, con 65 y 33 fallecidos respectivamente hasta el momento, de acuerdo con los responsables locales de la gestión de catástrofes. La mayoría de los decesos se deben a la caída de árboles o de muros como consecuencia del fuerte viento, según AFP.
«Lo peor de la tormenta ocurrió en Agra, donde murieron 36 personas y 35 resultaron heridas», informó el director adjunto de la Autoridad de Gestión de Desastres de Uttar Pradesh, Sanjay Kumar, a Efe.
«En algunas partes de la ciudad las casas se derrumbaron y las personas quedaron atrapadas dentro, con árboles cayendo sobre sus casas», añadió. Kumar precisó que el estado sigue en alerta ante la posibilidad de que siga el temporal.
Un portavoz de la Autoridad de Gestión de Desastres de Rajastán, Bijendra Singh, explicó que al menos 27 personas fallecieron y 102 resultaron heridas en los distritos de Bharatpur, Alwar y Dholpur de ese estado por una tormenta de arena que se desató al anochecer. Asimismo, señaló que la mayor parte de los muertos y heridos sufrieron accidentes mientras se encontraban en el exterior, y afirmó que las autoridades emitieron una alerta «una o dos horas» antes del inicio de la tormenta.
La administración estatal ha anunciado que cada familia de las víctimas será indemnizada con 6 mil dólares. Las autoridades creen que la cifra de muertos aumentará.
En el distrito de Agra, donde se encuentra el Taj Mahal, en la región de Uttar Pradesh, se vino abajo el muro de una institución educativa, lo que costó la vida a 43 personas, la mitad del total de víctimas mortales registradas en la localidad.
El monzón, que acostumbra a llegar al tercio norteño del gigante asiático a finales de junio, viene precedido de dos meses de altas temperaturas que pueden superar los 40 grados y de fuertes tormentas de viento.
Las tormentas echaron abajo las frágiles viviendas de barro, matando a la gente mientras dormía.
De una rara violencia, el viento arrancó los árboles de raíz, derrumbó los muros de las casas y derribó los postes de electricidad.
Cada año tiene lugar en India tormentas de este tipo, pero generalmente no causan una destrucción de esta magnitud.
Las autoridades advirtieron de que el balance podría agravarse dado que los socorristas seguían buscando sobrevivientes bajo los escombros.