Ciudad de México.- Un migrante hondureño murió ayer tras un fuerte enfrentamiento entre la policía y una segunda caravana de centroamericanos que viaja con destino a Estados Unidos.
El hombre fue socorrido en el puente que separa el país centroamericano de México tras resultar gravemente herido.
La situación estuvo marcada por la tensión, debido a que muchos niños que forman parte del grupo quedaron en medio del enfrentamiento. Al menos otras 20 personas debieron ser atendidas con lesiones de diversa consideración provocadas durante el choque.
De acuerdo con el Cuerpo Voluntario de Bomberos de Guatemala, el hombre falleció por un golpe cortocontundente, aparentemente producido por una bala de goma.
La víctima fue identificada como Henry Adalid Díaz Reyes, de 26 años y originario de Tegucigalpa, Honduras.
Alrededor de las 15:35 horas, un grupo de migrantes lanzó piedras hacia el otro lado del Puente Internacional Rodolfo Ríos, ante los obstáculos para ingresar al país.
Una hora después, los migrantes derribaron parcialmente la valla de la frontera mexicana y continuaron lanzando rocas. En respuesta, según Bomberos de Guatemala, autoridades mexicanas dispararon balas de goma y gas lacrimógeno, lo que dejó a varios migrantes lesionados.
Tras los incidentes, el grueso del grupo, compuesto mayoritariamente por hondureños, logró cruzar entre exclamaciones de emoción y gritos de “vamos para México”.
Después de esto se quedaron ante la garita que da la bienvenida a territorio mexicano, en espera de ser atendidos por personal de aduana.
La segunda caravana está conformada por alrededor de mil 500 personas que viajan en grupos más pequeños y de forma más dispersa que la primera que, conformada por unos 7 mil inmigrantes, inició su viaje el 13 de octubre con dirección al norte.