Sí, el diminuto animal, literalmente derrumbó en un instante cientos de horas invertidas. Sólo tiró una ficha, pero como sabemos, eso es lo único que se necesita en estas cadenas, para que el resto caiga sin posibilidad de que el movimiento sea detenido.
«La mosca provocó una reacción en cadena antes de tiempo y ya no nos quedó tiempo para volver a colocar las fichas», explicó Patrick Sinner, el organizador del evento, al diario alemán Der Spiegel .
Actualmente son comunes las exhibiciones y los torneos que impulsan esta clase de proyectos, sin embargo, este era especial pues se buscaba lograr un récord con piezas «del tamaño de la uña del dedo meñique». El actual récord en esta modalidad fue logrado por el equipo alemán Sinners Domino Entertainment en julio de 2013 al conseguir hacer una cadena de 2 mil piezas diminutas.
El desafortunado evento no echó todo a perder, los participantes alcanzaron otros logros. Entre ellos montar una cadena de 596 mil 229 fichas y crear una espiral de fichas gigante.