Reino Unido.- Se disponían a limpiar la casa de su fallecida madre, sin imaginar que se toparían con un escenario macabro. Tres hermanos que residen en Northallerton (condado de Yorkshire del Norte, Reino Unido) descubrieron en febrero pasado los restos momificados de otro hermano suyo, del cual desconocían su existencia.
De acuerdo con el periódico británico The Independent, el cadáver estaba en una pequeña caja de 45 centímetros de largo, en el interior de un armario que estaba ubicado debajo de las escaleras de la vivienda.
Tras el insólito hecho, detectives comenzaron a indagar el caso y descubrieron que en contenido se encontraban «los restos humanos y momificados de un infante, envueltos en una tela».
El hallazgo no quedaba ahí, pues había algo más perturbante: descubrieron que ese bebé, mediante un análisis de ADN, era hijo biológico de Carol y Melvin Thompson, los padres de los tres hermanos que fueron testigos de dicho descubrimiento.
La investigación arrojó que la tela que envolvía el cuerpo había sido confeccionada a finales de los años 1950 o a principios de los 1960, mientras que la caja contenía, además, cartas datadas en agosto de 1968, año en que los Thompson se casaron.
Sin embargo, no se logró aclarar la muerte del infante ni las razones por las que su cadáver se encontraba en la vivienda. Melvin, quien se divorció de Carol en 1996, aseguró desconocer la existencia de la caja y mucho menos del embarazo de su exesposa.
A su vez, el perito forense John Broadbridge indicó que no estaba claro si el bebé, que había completado su desarrollo en el vientre materno, nació muerto o falleció después del parto.
Broadbridge señaló que este ha sido el caso “mas angustiante” con el que se ha topado en toda su carrera profesional.