LAREDO, TX.- Aunque Laredo sigue sin registrar casos de sarampión, la segunda muerte registrada en Texas en menos de tres meses provocó que las autoridades de salud intensificaran el llamado a la población para vacunarse.
El Doctor Richard Chamberlain, director de salud pública en Laredo, dijo que en esta ciudad el 99 por ciento de la población está vacunada contra el sarampión y aún hay vacunas disponibles para vacunar más.
Chamberlain hizo un llamado especial a personas nacidas entre 1959 y 1967 para que acudan a la clínica de 2600 Cedar en horario de 8 de la mañana a las 5 de la tarde para solicitar la vacuna contra el sarampión.
“La razón de hacerlo así con este grupo de personas es porque se estima que muchos ya no recuerdan si fueron vacunados y se recomienda aplicarse la vacuna para asegurarse de estar protegidos”, mencionó.
Recordó que en el Departamento de Salud de Laredo se vacuna a personas sin seguro, con seguro médico o con baja cobertura.
La vacunación es muy importante, explicó, porque el sarampión es altamente contagioso y acaba de provocar una segunda muerte.
Un niño en edad escolar, que dio positivo en la prueba de sarampión, fue hospitalizado en Lubbock y falleció hace unos días debido a lo que los médicos describieron como insuficiencia pulmonar por sarampión. El niño no estaba vacunado ni presentaba ninguna afección subyacente.
Hasta el día 7 de abril, se habían confirmado 505 casos de sarampión en el brote desde finales de enero. La mayoría de los casos corresponden a niños. Cincuenta y siete personas han sido hospitalizadas durante el brote.
El sarampión es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa que puede poner en peligro la vida de cualquier persona que no esté protegida contra el virus. Durante un brote de sarampión, aproximadamente uno de cada cinco niños que se enferman necesitará atención hospitalaria y uno de cada 20 desarrollará neumonía.
En raras ocasiones, el sarampión puede provocar inflamación del cerebro y la muerte. También puede causar complicaciones durante el embarazo, como parto prematuro y bebés con bajo peso al nacer.
El sarampión puede transmitirse por contacto directo con gotitas infecciosas o por propagación aérea cuando una persona infectada respira, tose o estornuda. Las personas infectadas comienzan a presentar síntomas una o dos semanas después de la exposición.
Los primeros síntomas incluyen fiebre alta, tos, goteo nasal y ojos rojos y llorosos. Unos días después, el sarpullido característico aparece en forma de manchas rojas y planas en la cara y luego se extiende por el cuello y el tronco al resto del cuerpo.
Una persona es contagiosa aproximadamente cuatro días antes de que aparezca el sarpullido o cuatro días después. Las personas que podrían tener sarampión deben quedarse en casa durante ese período.
Las personas que creen tener sarampión o que pudieron haber estado expuestas al sarampión deben aislarse y llamar a su proveedor de atención médica antes de llegar para hacerse la prueba. Es importante informar al proveedor que el paciente podría tener sarampión y obtener instrucciones sobre cómo acudir al consultorio para el diagnóstico sin exponer a otras personas al virus.
La mejor manera de prevenir la enfermedad es vacunarse con dos dosis de una vacuna que contenga sarampión, que se administra principalmente como la vacuna combinada contra el sarampión, las paperas y la rubéola o triple vírica (SPR).
Dos dosis de la SPR previenen más del 97 % de las infecciones por sarampión. Un pequeño número de personas vacunadas puede desarrollar sarampión ocasionalmente. En estos casos, los síntomas suelen ser más leves y es menos probable que se transmita la enfermedad a otras personas.
El DSHS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que los niños reciban una dosis de la vacuna triple vírica (MMR) entre los 12 y los 15 meses de edad y otra entre los 4 y los 6 años.
Los niños demasiado pequeños para ser vacunados tienen mayor probabilidad de sufrir complicaciones graves si se infectan con el virus del sarampión. Sin embargo, cada dosis de MMR reduce el riesgo de infección y la gravedad de la enfermedad en caso de infección.
Con base en los datos más recientes, el DSHS ha identificado condados con brotes con transmisión activa de sarampión: Cochran, Dallam, Dawson, Gaines, Garza, Lynn, Lamar, Lubbock, Terry y Yoakum.
El DSHS está trabajando con los departamentos de salud locales para investigar el brote.
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VACUNAS. Las autoridades de salud recomiendan encarecidamente vacunarse contra el sarampión.