ESTADOS UNIDOS. Una increíble historia de amor envidiada por muchos causa furor en las redes sociales y es que Almeda Errell, una abuela de 72 años y su ‘alma gemela’, Gary Hardwick, de 19, no se casan de publicar cómo es su amorosa relación pese a la enorme diferencia de edades que es de 54 años.
La mujer de Maryville, Teennesse, jura que encontró el amor de su vida una vez que lo conoció durante una fiesta de cumpleaños en el restaurante Chuck E Cheese.
La relación dio de que hablar en Estados Unidos pero se convirtió en polémica cuando ambos decidieron casarse hace dos años. Y si, hubo noche de bodas.
“Si amas a alguien, la edad es solo un número”, dice con alegría Almeda Errell.
«Fue en Chuck E Cheese, había una fiesta de cumpleaños allí. Lo miré a los ojos y me enamoré. Sabía que él era con quien quería pasar mi vida. Nunca me sentí intimidada por la edad».El apuesto novio también está feliz de haberla conocido y asegura que fue amor a primera vista cuando la miró. Quedó impactado con sus enormes ojos azules, informa el Daily Mail.
«Y su personalidad también. Ella siempre está llena de risas y nos conectamos muy bien. La química fue genial. Ella supo capturar mi corazón desde el primer día», agregó el joven.
La química fue tanta que solo dos semanas de citas bastaron para que firmaran su acta de matrimonio, ya que la relación siempre fue buena.
«Nunca siento que me esté perdiendo algo estando casado con Almeda. Soy realmente maduro para mi edad, no encajo para nada en el grupo de gente más joven», añadió.
«Nunca me he sentido atraído por las mujeres más jóvenes. Incluso cuando tenía 13 o 14 años sentía atracción por las mujeres mayores», aseguró el joven esposo.Incluso, contó cómo es su experiencia sexual con Almeda
«La primera vez que hicimos el amor fue en nuestra noche de bodas. Fue una experiencia increíble. Había una conexión tan profunda allí. Ella es una amante maravillosa».
Almeda informó que uno de sus hijos dejó de hablarle cuando ella decidió comprometerse con su esposo, sin embargo, con sus nietos tiene una buena relación.
Su nieto Aarón, de 22 y apenas tres años mayor que su esposo, una vez que estaba ebrio le dijo “abuelo” a Gary y asegura que ambos son buenos amigos por la felicidad que él le da a su abuela.