De acuerdo con medios locales, el pequeño ‘Leo’ estaba familiarizado con el aparato porque había ayudado a sus padres a deshacerse de documentos innecesarios.
En un descuido, tomó los ahorros y los destruyó a manera de juego.
«Mi esposa y yo habíamos estado ahorrando para pagar las entradas a partidos de americano. Sacamos el dinero y luego no lo pudimos encontrar. Apareció cuando mi esposa revisó la trituradora. Sí, mi hijo de 2 años destrozó mil 60 dólares», relató el padre.
Ahora la familia busca recuperar el dinero y acudió con ese fin a una oficina estatal que trata casos de este tipo. Allí les explicaron que tienen que poner los fragmentos de los billetes en una pequeña bolsa de plástico con cierre y enviarlos por correo a una oficina en Washington.
Posteriormente, deberán de esperar uno o dos años hasta que les devuelvan el dinero.