Salta en paracaídas y el instructor se desmaya en el aire, casi muere

AUSTRALIA. Emma Carey estuvo cinco días en una fiesta europea de viaje durante tres meses cuando realizó un salto en tándem en Suiza. «Siempre había sabido que iba a hacer paracaidismo en este lugar exacto … No estaba nerviosa, estaba tan emocionada por llegar allí y hacerlo», dice.

«Cuando saltamos, recuerdo que fue la sensación más increíble … la caída libre es tan pacífica, estás tan presente en el momento».

Pero la sensación de euforia fue efímera para la viajera de 20 años.

«Cuando sacó el paracaídas fue tan confuso para mí, que no sabía qué esperar porque nunca lo había hecho antes», dice la Sra. Carey. «Sentí que ralentizamos un poco, pero el paracaídas no estaba sobre nosotros donde debería estar y mi instructor no me estaba respondiendo. Cuanto más nos acercamos al suelo, me di cuenta de que algo estaba realmente mal «.

Si bien todavía no están 100 por ciento seguros de lo que sucedió, parece que el instructor tiró del paracaídas un poco tarde, y se enredó con el conducto de emergencia que se había activado al mismo tiempo.

Los paracaídas no se abrieron correctamente y en su lugar se enredaron alrededor del cuello del instructor, estrangulándolo hasta que se desmayó. Emma golpeó el suelo, duro. Ella aterrizó en su estómago y el instructor aterrizó en su espalda.

A diferencia del instructor, Emma nunca perdió el conocimiento. Ella estaba despierta durante toda la prueba. «Ojalá me desmayera, así que no lo recordaba todo», dice. Como no aterrizaron en el lugar designado, se sintió como una eternidad antes de que alguien acudiera en su ayuda.

«Estábamos en el medio de un campo, así que tuvimos que esperar a que mi mejor amigo (que estaba saltando detrás de mí) aterrizara y se acercara a nosotros. Eventualmente lograron tomar la bandera de algunas personas cercanas y usar su teléfono para llamar al helicóptero de rescate» .

Emma se rompió la espalda y se lesionó la médula espinal en L1. Ella se rompió el sacro, la pelvis y la mandíbula y se rompió los dientes. Después de un mes en el hospital en Suiza, pasó otros tres meses en el hospital de Sydney. Los médicos le dijeron que estaba paralizada de la cintura para abajo y que nunca volvería a caminar.

Si bien la mayoría de las personas presumen que dejar el hospital y regresar a casa sería un punto culminante en su camino hacia la recuperación, ella dice que este fue en realidad su momento más sombrío, según el portal News.com.